Las aventuras de Ulises

Grupo 6: Escila y Caribdis.






Ulises y sus compañeros no se dan por vencidos. No en vano, han logrado esquivar el peligro de las sirenas (aunque Odiseo admitió a sus hombres que hubiera sacrificado con gusto su vida por el encanto de sus voces).

Pero no todo iba a ser fácil: los dioses vuelven a poner a prueba al héroe. En su camino hacia Ítaca tenían que atravesar un peligroso canal entre dos imponentes acantilados, dominados por un lado por Escila y por otro por CaribdisSe dice que esa zona es el actual estrecho de Messina, dominado por fuertes mareas y vientos que hacen muy peligrosa la navegación...

¿Quiénes eran estos monstruos? Escila era un monstruo con rostro y pecho de mujer, seis cabezas de perro y doce patas de can en la cintura, mientras que Caribdis era un peligroso torbellino de agua que se tragaba todo lo que se le pasaba por delante varias veces al día, devolviéndolo todo después de tres días en forma de naufragio.

La roca de Escila, además, atraía mágicamente a las naves. astillándolas y lanzándolas a su compañero Caribdis... Era como estar entre la espada y la pared. Ulises se lo vio venir e hizo virar rápidamente su barco para no chocar, pero entonces se acercó demasiado al torbellino y en el fragor de la tormenta, el ruido de las olas y el remolino de aguas de Caribdis. No pudo evitarlo: la proa del barco se inclinó peligrosamente y durante minutos pareció que todo estaba perdido.

Menos mal que Ulises le caía bien a algunos dioses: Atenea, apiadada (o, seguramente, temiendo que si Ulises y los suyos morían en esta aventura, ella no tendría con qué entretenerse), ayudó a los héroes, impulsando mágicamente la nave, de forma que Caribdis sólo pudo tragarse a seis hombres de la tripulación.

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